EEUU: Identifican a bomberos abatidos en tiroteo de Idaho y prinicpal responsable de atentado
El ataque ocurrió tras un incendio intencional en Canfield Mountain; el autor del tiroteo, un joven de 20 años se suicidó tras emboscar a los bomberos
Las autoridades de Estados Unidos confirmaron la identidad de los dos bomberos que murieron durante un tiroteo ocurrido el pasado domingo en Canfield Mountain, Idaho, tras responder a un incendio forestal que terminó en una emboscada mortal. Las víctimas fueron identificadas como Frank Harwood, de 42 años, jefe de batallón del Departamento de Bomberos de Northern Lakes, y John Morrison, también jefe de batallón del Departamento de Bomberos de Coeur d’Alene.
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El principal sospechoso del ataque ha sido identificado como Wess Roley, un joven de 20 años que, según información preliminar, habría iniciado intencionadamente el fuego en esta zona boscosa del noroeste del país con el objetivo de atraer a los equipos de emergencia y emboscarlos. Durante el tiroteo, un tercer bombero resultó gravemente herido y actualmente lucha por su vida.
Una emboscada premeditada
El sheriff del condado de Kootenai, Bob Norris, ofreció detalles escalofriantes sobre lo que calificó como una “emboscada completa”. Según explicó, Roley vivía en su vehículo en la zona y, en algún momento, aspiró a convertirse en bombero forestal. No tenía antecedentes penales, aunque la policía local había tenido cinco interacciones previas con él.
El ataque comenzó alrededor de las 14:00 horas locales, aproximadamente media hora después de que los equipos de emergencia comenzaran las labores para contener el incendio. Roley, escondido en la montaña y armado con al menos un rifle de largo alcance, disparó contra los bomberos, quienes intentaron refugiarse detrás de los camiones. Sin embargo, Harwood y Morrison perdieron la vida en el intercambio, mientras que un tercero fue herido.
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Tras varias horas de tensión, Roley fue hallado muerto en el área, con una herida autoinfligida. A su lado se encontró un arma, aunque las autoridades no descartan que hubiera más escondidas en el terreno.
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¿Quién fue Wess Roley?
La vida de Wess Roley comenzó a ser objeto de escrutinio tras el tiroteo. Su abuelo, Dale Roley, aseguró a CNN que el joven provenía de una familia dedicada al cuidado de árboles y que había estado explorando la posibilidad de convertirse en bombero forestal. “No era un solitario”, afirmó, recordando que incluso había viajado con su madre a Hawái el año pasado y que mantenía contacto regular con su familia, aunque en el último mes habían perdido comunicación porque Wess había extraviado su teléfono.
Las redes sociales también arrojaron pistas inquietantes. En una publicación de Instagram que fue posteriormente eliminada, el joven aparecía vestido con ropa táctica oscura, portando municiones y acompañado de la canción “Hunter” de Björk. El sheriff Norris confirmó que el contenido fue borrado, aunque aún no se ha determinado quién lo eliminó.
Documentos judiciales revelan que Roley atravesó una infancia difícil. En 2015, su madre solicitó el divorcio alegando amenazas y abuso por parte del padre. Se emitió una orden de alejamiento que más tarde fue modificada. El padre, contactado por CNN, afirmó no tener una relación cercana con su hijo y no ofreció comentarios adicionales.
Pese a su pasado familiar complicado, no había señales claras de que Roley pudiera estar planificando un acto violento. Las autoridades aún intentan establecer el motivo del ataque. “No hemos sido capaces de encontrar un manifiesto”, dijo el sheriff Norris.
“Todavía estamos investigando la interacción previa que tuvo con los bomberos antes del tiroteo”.
El tiroteo ha causado conmoción a nivel estatal y nacional. El gobernador de Idaho, Brad Little, expresó estar “desconsolado” y calificó el incidente como “un ataque directo y atroz”. Pidió a los ciudadanos orar por los afectados. La fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, elogió el trabajo del FBI, mientras que la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, indicó que su departamento “supervisa activamente” la situación.
Más de 300 agentes, incluyendo personal del FBI, participaron en el operativo que permitió localizar a Roley, gracias en parte a la señal de su teléfono móvil.
El fuego en Canfield Mountain sigue activo y ha consumido hasta ahora unas diez hectáreas. Las autoridades continúan investigando los hechos y han prometido que se hará justicia por lo ocurrido.
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